POEMA AL GUINEO OLVIDADO
Aquelguineo maduro
que se olvidó en la nevera
y en la sola y larga espera
se empezó a poner oscuro;
de en poco el color pierde
atravesando la afrenta
de su piel amarillenta
que una vez brillaba verde.
Se habían comido el coco
la pera, el kiwi, el olivo
y el guineo depresivo
se empezaba a volver loco.
Un día los cilantrillos
le oyeron alucinando:
"¡a mi me están pelando
pa freirme en amarillos!"
Finalmente el acerolo
se fue en paz con su verdugo
y cuando lo hicieron jugo
el guineo quedó solo.
Y si por la puerta, espontánea
alguna mirada echaban,
al topocho lo ignoraban
por su gran mancha cutánea.
En su última semana
muy lúcido de razón
comprendió la desazón
de tener que ser banana:
Que abandoná en un rincón,
sin que nadie le someta,
se le pone la piel prieta
y pareciendo un morcón,
termina siendo la dieta
de mosquero en zafacón.
y en la sola y larga espera
se empezó a poner oscuro;
de en poco el color pierde
atravesando la afrenta
de su piel amarillenta
que una vez brillaba verde.
Se habían comido el coco
la pera, el kiwi, el olivo
y el guineo depresivo
se empezaba a volver loco.
Un día los cilantrillos
le oyeron alucinando:
"¡a mi me están pelando
pa freirme en amarillos!"
Finalmente el acerolo
se fue en paz con su verdugo
y cuando lo hicieron jugo
el guineo quedó solo.
Y si por la puerta, espontánea
alguna mirada echaban,
al topocho lo ignoraban
por su gran mancha cutánea.
En su última semana
muy lúcido de razón
comprendió la desazón
de tener que ser banana:
Que abandoná en un rincón,
sin que nadie le someta,
se le pone la piel prieta
y pareciendo un morcón,
termina siendo la dieta
de mosquero en zafacón.
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